Los científicos advierten del peligro de bebidas azucaradas y productos procesados en la ALIMENTACION INFANTIL que reducen la esperanza de vida de los menores
Todo empieza con lo que metemos en la mochila para el recreo.
Los cereales industriales, galletas para el desayuno con zumo envasado, sandwich…
Que se suma a una lata de bebida carbonatada, batidos, algún bollo industrial para la merienda.
En ocasiones pizza, salchichas y sus salsas, conservas u otro producto procesado que nos permite solucionar rápido una cena.
Las prisas hacen que:
No nos fijemos en la cantidad de azúcar añadido que estamos sumando gratuitamente a la dieta de los más pequeños y que pone en riesgo su salud.
No se trata solo de caries y obesidad.
Además están las enfermedades derivadas que – según la comunidad científica – van a provocar la primera generación de jóvenes con una esperanza de vida menor que sus padres por los malos hábitos de la alimentacion infantil.
¿Sabemos realmente a cuántas cucharas de azúcar equivalen los productos que consumimos?
La respuesta es no. En muchas etiquetas solo se advierte en general la presencia de sacarosa, fructosa, dextrosa, pero no la cantidad exacta.
Por ejemplo, una cucharada de salsa de tomate para hamburguesa equivale a cuatro cucharas de azúcar, mientras un refresco contiene entre 20 y 30.
La Asociación Americana de Corazón ha publicado en la revista Circulationel estudio Added Sugars and Cardiovascular Disease Risk in Children, con la recomendación de reducir en niños el consumo de azúcares añadidos a menos de 25 gramos al día, lo que equivaldría a 100 calorías o seis cucharitas de azúcar.
¿Qué pueden hacer las familias para evitar este consumo masivo de azúcar?
Los nutricionistas encuentran una solución clara: más compras en el mercado de proximidad y menos en el supermercado.
Los “alimentos silenciosos”, como frutas, verduras y pescados, no necesitan un etiquetado que justifique su composición.
Son la única forma de evitar los compuestos añadidos disimulados que se encuentran en los productos procesados.
Si a una dieta equilibrada con más verduras añadimos pasta, legumbres y arroz aportaremos el azúcar de lenta absorción que va a garantizar el aporte de energía necesario para los niños.
No como los picos de azúcar de todos esos productos artificiales que además tienen poco contenido alimenticio.
Fuente: El Pais
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